1/26/2021 0 Comments Viajar en trenMirar el paisaje por la ventana:
grandes extensiones de tierra, olivares, montañas, la oscuridad de un túnel, tu reflejo en el cristal, fábricas, pueblos, ciudades, más grandes extensiones de tierra. Sentir la suavidad de la velocidad, andar por el pasillo en sentido contrario al movimiento, un triple movimiento: el tren hacia delante, tú hacia detrás, la tierra rotando ajena a estas palabras. Ignorar la película absurda que emiten en una pantalla ridículamente cuadrada, leer un libro iluminado por el sol, que entra por las grandes ventanas polarizadas, con una luz que va cambiando. Mostrarle el billete al revisor, parejas, familias, viajeros solitarios, sin suerte: un vagón con niños que lloran, con marujas que cotillean, con un tipo hablando muy alto por teléfono, con suerte: un vagón tranquilo, silencioso, con un compañero de asiento que ocupa solo su asiento, que habla lo necesario y que no huele raro. Escuchar a Elvis en los auriculares cantando con grave lentitud "Love me tender", para poco a poco, adentrarse en un sueño profundo, luchar contra la gravedad en un vaivén de cabeza que, de vez en cuando, choca contra el cristal y, en ocasiones mejores, encuentra apoyo en un hombro para, disfrutar de esos sueños hasta que la voz electrónica del megáfono anuncia la última parada: Esperamos que hayan tenido un buen viaje, disfruten de su destino, disfruten de esta vida que nos ha tocado vivir, sean unas buenas personas y, no se olviden de amar.
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Nota del autorSiempre me ha costado comunicarme emocionalmente. Gracias a la poesía he podido expresar a lo largo de los años muchas cosas que llevo dentro y me cuesta sacar. La poesía es mi desahogo, es mi grito, es mi llanto, es mi evasión. Archives
February 2022
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