1/26/2021 0 Comments El puebloLa tarde,
último día de junio, diez campanadas que marcan las diez, dos golondrinas están en una rama de un cerezo, frente a su a nido, en breve se irán a dormir, salen a cenar los saltarrostros, los perros se despiden a ladridos, el sonido del viento golpeando las hojas de los árboles, el frescor al regar la hierba más amarilla que verde. La noche, la luna rueda por el borde de la montaña, brillante, creciente, acogedora, le acompañan tantas estrellas que es imposible contarlas, la vía láctea atraviesa el cielo, el silencio roto por alguna lechuza, luces tenues de farolas, aquí se puede dormir con una sabanita por encima. La mañana, el sol se empieza a asomar sobre las seis y media, algún gallo se percata y lo avisa, algún tractor ya se dirige a la finca para trabajar, a partir de las once hace demasiado calor, diez campanadas marcan las diez, primer día de julio.
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Nota del autorSiempre me ha costado comunicarme emocionalmente. Gracias a la poesía he podido expresar a lo largo de los años muchas cosas que llevo dentro y me cuesta sacar. La poesía es mi desahogo, es mi grito, es mi llanto, es mi evasión. Archives
February 2022
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